La meta: Conduce desde San Diego a la ciudad de Nueva York en el menor tiempo posible.
El reto: Todo en el medio.
Las normas: Ninguna.
El primer individuo en lograr lo anterior no fue otro que Edwin «Cannonball» Baker. Completó su carrera infame en 1914, medio siglo antes del Sistema de Carreteras Interestatales, en una motocicleta en 11 días. Fue un viaje que marcó el rumbo de su vida, le valió su apodo y asombró a una nación.
La historia comienza dos años antes en Indianápolis, donde Baker trabajó como maquinista y se involucró en algunas de las primeras bicicletas motorizadas. El cofundador de Indian Motorcycle Manufacturing Company, George Hendee, se acercó a él para llevar uno de los modelos de dos velocidades y siete caballos de fuerza de su compañía en una gira de demostración por Cuba y América Central. Después de 14.000 millas y tres meses después, Baker terminó en Panamá y abordó un barco de vapor hasta San Diego.
En lugar de regresar a Indianápolis desde San Diego, Baker se quedó por un tiempo y compitió en varias carreras de resistencia en California y Arizona durante este tiempo. Todo era preparación para lo que iba a ser la carrera más grandiosa de su vida. En 1914, después de una cuidadosa preparación y una voluntad de hierro, Baker montó su motocicleta Indian V-Twin pura y se embarcó en una carrera a campo traviesa contra el tiempo.
Se enfrentó a un clima traicionero, perros rabiosos, llantas ponchadas y un terreno aparentemente infranqueable (¡una vez pasó un día entero tratando de encontrar un lugar adecuado para cruzar un río!) y aun así completó su viaje épico. Al llegar a la Gran Manzana, los reporteros de los periódicos se agolparon para hacer preguntas y un reportero lo comparó con el tren Cannonball Express del ferrocarril Illinois Central. El nombre se quedó. «Cannonball» Baker establecería 143 récords de conducción desde la década de 1910 hasta la de 1930, conduciendo no solo motocicletas sino también vehículos tan variados como el Modelo T, un camión de dos toneladas completamente cargado y un Cadillac 8 roadster. «Sin antecedentes no hay dinero» les decía a sus patrocinadores. Una vez corrió un tren 20th Century Limited en una carrera de Nueva York a Chicago y ganó.
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